viernes, 11 de julio de 2014

Verde a la australiana



Una de las tantas cosas que me interesaron desde que estoy acá es el tema ecológico y del cuidado ambiental de los australianos. Me voy a referir puntualmente  a lo doméstico, lo de todos los días, lo que hace cada australiano en su casa y no a las cosas a gran escala porque desconozco totalmente ese tema. Quizás en minería, pesca o bosques se estén haciendo desastres pero como no tengo idea de eso, me voy a concentrar en lo hogareño.
Lo primero que noté fue que se separaba la basura. ¿Cómo es eso? Nada complicado, hay dos tachos en cada casa, uno para la basura en general y otro para lo reciclable. En esta última categoría entra el vidrio, con la cantidad de botellitas de cerveza no retornables que circulan esto ocupa la mayor parte del recipiente; cartón, papeles varios, botellas y recipientes de plástico, etc. En los complejos como en el que yo vivo, uno saca la basura cuando quiere y la deposita en unos tachos plásticos grandes según el color de la tapa, en el de tapa amarilla va lo reciclable, en la de tapa verde el resto. Todo lo que sea producto de la limpieza de jardín, como ramas, el césped cortado, hojas y demás, van en otro contenedor más grande y que generalmente está aparte.
En los espacios públicos se repite este doble depósito, un tacho para lo reciclable y otro para el resto.
El recolector de basura pasa una sola vez por semana por cada tipo de basura, a cada barrio le toca un día distinto. La noche previa, cada dueño de casa saca a la vereda el tacho correspondiente. En el caso de los complejos como el mío, es el manager del lugar el que se encarga de eso. Al otro día pasa un camión, que al costado tiene una especie de pinza que engancha el recipiente y lo vuelca dentro del camión y luego lo vuelve a depositar sobre la vereda. El chofer ni se baja del camión, lo hace todo sentado en su butaca.

Comparándolo con lo conocido antes de venir acá me parece un sistema buenísimo, ya que no andan las bolsas desparramadas por la calle por los perros vagabundos y culpa de vecinos que sacan la basura en horarios que no corresponden. Supongo que también es más barata la recolección porque el camión no tiene que recorrer todos los lugares todos los días. Ni hablar del beneficio de separar la basura en origen, lo que facilita enormemente el reciclaje posterior. En Amamoor además separábamos la basura orgánica como las cáscaras de frutas y verduras, restos de comida y las colocábamos en un recipiente para compost, ahí se iba descomponiendo naturalmente para convertirse después de un tiempo en abono para la tierra. El recipiente de compost no es ninguna ciencia, es apenas un tacho plástico con tapa y agujeros varios para que escurra la humedad y ventile los gases producto de la descomposición.
Sobre todo en las casas de los pueblos y rurales también es común que se recicle el agua de lluvia. De las canaletas salen unas tuberías que van a parar a un gran tanque plástico por lo general. Luego mediante otras cañerías y bombas, esa agua se utiliza para el inodoro y la ducha, o para regar y lavar el auto. En algunas casas incluso se utiliza para la pileta de la cocina y del baño, usando un filtro para potabilizarla. En las ciudades medianas y pequeñas lo he visto en gran parte de las casas, en las grandes se debe complicar más y desconozco si utilizan algo de esto.
En estas ciudades también es habitual ver en los techos paneles para energía solar y calentadores de agua solares. A veces sólo un par de paneles pero en varios casos he visto casi la totalidad del techo cubierto por estos. La mayoría de los hogares con energía solar no acumula la electricidad que produce y le sobra sino que la vende al sistema energético. Voy a intentar explicarlo un poco mejor. Supongamos que tengo varios paneles en el techo que producen durante las horas de luz en el día 10 unidades por hora, pero mi casa consume sólo 8 de estas unidades por hora. Estas dos unidades que me sobran se las vendo a la compañía eléctrica (el equivalente a EDENOR o EDESUR). Durante la noche, que mis paneles no producen y como no tengo baterías, entonces le compro a la compañía la energía que consumo, supongamos 10 unidades por hora sin luz natural. El medidor de energía de la casa es de doble sentido, es decir que, mide la electricidad que entra al hogar (que la compañía me vende durante la noche) y también mide la electricidad que sale (que le vendo a la empresa eléctrica en el día cuando me sobra). Supongamos que la cuenta al final del mes da que vendiste 750 unidades y que compraste unas 1.000. En una cuenta rápida, daría que sólo tengo que pagar por las 250 unidades (1.000 – 750) pero no es así por lo siguiente: el precio de la unidad que yo le vendo al sistema es más alto que el precio de la unidad que compro. ¿Por qué es esto? Porque la energía solar, en este caso, es producida sin contaminación, por lo tanto es más cara. Para seguir con el ejemplo, voy a suponer que la energía verde vale $0,20 cada unidad y la que no tiene un costo $ 0,18. Entonces la cuenta a pagar quedaría: Energía comprada $ 180 (1.000u x $0,18), menos Energía vendida $ 150 (750u x $0,20), a pagar $ 30. Obvio que hay que sumarle impuestos y demás pero quise simplificar la cosa. El punto a resaltar en todo esto es que se fomenta la instalación y uso de energías alternativas, junto con la boleta de la luz suelen venir folletos con promociones de paneles o descuentos en la instalación. Además el precio de la energía es bastante alto, por lo tanto, el principal incentivo para el ahorro energético es el económico consumiendo menos y produciendo energía en casa. Si algún lector, sobre todo los que viven acá desde hace un tiempo y seguramente conocen esto mucho mejor que yo, detecta algún error en lo que acabo de describir le pido por favor que me ayude y lo corrijo. Lo describo tal como lo entendí pero, como ustedes ya saben, “my English is not good yet”.
En resumen, no sé todavía si, en general, los australianos de a pie tienen conciencia ecológica o sólo cumplen esto porque los obligan o por una cuestión económica, el asunto es que se respeta.
El asunto es: ¿Primero la conciencia y después las leyes? ¿Al revés? ¿Todo al mismo tiempo?
Para cerrar cambiando de tema: Disculpen que no estoy escribiendo seguido, podría meter un montón de excusas pero la verdad es que es solamente fiaca de sentarme a hacerlo. Si les gusta leerme, entonces al mejor estilo Caruso Lombardi les voy a pedir un incentivo: ¡Comenten! Quiero saber si les gusta o si no, sus opiniones al respecto; lo que quieran poner, tanto aquí como en Facebook.

¡Hasta la próxima!

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