martes, 18 de marzo de 2014

Pisteando como un campeón



“No me importa, porque llevo torta” Pipo Pescador, filósofo contemporáneo y acordeonista.

Antes de seguir escribiendo este blog quiero hacer una aclaración que debía haber hecho ya.
La intención de este blog es transmitirle a mi familia, amigos y gente que me conoce, mi experiencia en este singular país. Por lo tanto cada cosa que escribo no debe tomarse como una crítica rencorosa contra Argentina, porque no es así. El objetivo es relatar como son, o mejor dicho, como vivo yo las cosas acá y punto. No digo que acá las cosas son mejores o peores, son distintas. Hecha la aclaración sigo con la normalidad del blog.
No estuve escribiendo en el blog últimamente porque estaba un poco atareado con algunos trámites y ahora puedo decir oficialmente que ya tengo casa (alquilada) y auto (este si es mio).
Empecemos por el auto. Es bastante complicado manejarte como peatón en este tipo de ciudades, digamos del “interior” australianas, ya que si bien hay unos buses como transporte público, son caros y no te llevan a todas partes. Además, en mi caso, la oficina queda en una ciudad y la vivienda en otra, que más allá que estén cerca entre si, es muy lejos para caminar o bicicletear. Una compañera de trabajo que se llama Noo, una señora amamoorense que pelea el primer puesto con Tim en personas a las que menos les entiendo, me ofreció venderme su auto viejo ya que hace poco se compró uno nuevo. Asi que lo fui a ver a su casa y después de las revisaciones correspondientes y un arreglito que hubo que hacerle, ya está en mi poder. Debo aclarar que los autos usados acá son muy baratos, sobre todo este que es modelo 96. La verdad es que está bastante bueno y no tiene demasiados kilómetros para su edad.

La experiencia de tener un auto en Australia incluye no sólo manejar por la izquierda con el volante a la derecha, sino también la de cargarte vos solito la nafta. Lo segundo es bastante sencillo, colocás la manguera en el tanque, ponés en el tablero la cantidad de dólares que querés cargar o sólo apretás el gatillo hasta que pare por tanque lleno. Después vas a la caja, decís el número de surtidor en el que cargaste y a ellos les aparece en la computadora el precio a pagar. Fácil y simple.
En cuanto a manejar por la izquierda, no diría que es tan fácil como cargar nafta pero pensé que se me iba a complicar más. El tránsito es muy ordenado acá y además por ahora me estoy manejando por ciudades chicas con poco tráfico, hay que ver al pingo cuando tenga que correr en ciudades más grandes como Brisbane. En casi todos los cruces hay rotondas, que se giran en sentido horario y la prioridad la tiene SIEMPRE el que está dentro de la rotonda. En donde no hay rotonda hay dársenas que hacen que los cruces sean bastante seguros y uno puede esperar ahí sin interrumpir el tráfico. Hay una cosa que ayuda mucho también y es que en las esquinas y rotondas hay una línea punteada frente al que no tiene la prioridad de paso, eso hace las cosas más claras para todos y elimina el dubitativo “pasás vos o paso yo?”. El que tiene prioridad sigue, el que no, frena siempre.
En cuanto al auto, como es de caja manual hay que meter los cambios con la zurda, cosa que no me ha resultado engorroso pero acá viene lo que más me ha complicado hasta el momento: la palanquita de las luces de giro está a la derecha, lo que provoca que varias veces active sin querer el limpiaparabrisas, con el sobresalto correspondiente ante esa respuesta inesperada.
Una curiosidad es que en todos los autos que vi hasta ahora, el espejo retrovisor central es con aumento como los de los costados, lo que hace que la vista hacia atrás sea distinta a como estamos acostumbrados a ver.
El auto tiene además unos toques personales de dudoso gusto de la antigua dueña, a saber: una especie de alfombrita en la parte superior del tablero que hace que no se caliente con el sol y las butacas enfundadas en una tela peluda color negro, con fundas peludas también en los cinturones de seguridad haciendo juego con las butacas. La alfombrita gris sobre el tablero casi ni se nota y no es tan fea, pero con los asientos estoy en la disyuntiva de sacar las fundas o dejarlas. Punto a favor de dejarlas: el asiento no se calienta ni con el auto estacionado a pleno sol, se ve que esa es la función. Punto en contra: son muy feas, parece como que voy sentado sobre un gorila, que encima me abraza con el cinturón de seguridad. La funditas de los cinturones se las saqué, pero me gustaría que los lectores del blog me ayuden a decidirme votando en la encuesta que pongo en este momento en la columna de la derecha.

En cuanto a los detalles del departamento, tendrán que esperar el próximo posteo.

1 comentario:

  1. Paaaa! Nunca vi una aclaración mejor aclarada jaja .. Voy a copiar y pegar tus posts me parece, acá hay cosas muy iguales o parecidas, pero no tengo tanta imaginación como para transmitirla a mis familiares, amigos, conocidos jaja. Me mata el tema de SIEMPRE los que estan en la rotondaaaaa, Eso tambien me llamo la atencion y le grito a Kevin en cada una con un "frena!!!", cosa que el ya habia hecho pero me stressa jaja. Aun no probé manejar pero lo voy a intentar solo porque es automatico, sos un genio, no se como haces jaja. Y lo del limpiaparabrisas es fija 3 veces por dia jaja.

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