martes, 25 de marzo de 2014

The Beach Boy

El primer paso hacia la independencia fue el auto. La opción ganadora en la encuesta del post anterior fue “Se quedan porque son muy Cacho Castaña” por poco margen pero no les hice caso y se las saqué igual, ya que intuyo que votaban eso para reírse de mi y que yo ande haciendo el ridículo por estas tierras oceánicas.
El segundo paso fue el de alquilar un departamento, preferiblemente en la ciudad y más cerca del trabajo y de la playa que Amamoor. Empecé la búsqueda por las ciudades (Suburbs le llaman acá) de la zona  pero no era fácil de encontrar porque yo necesitaba algo amueblado y que aceptaran mis escasas referencias.  Mediante internet y mandando mails a las inmobiliarias empecé a recibir algunas ofertas y un día mi compañero de laburo Gordon me acompañó a visitar las ofertas. Las publicidades en la calle de las inmobiliarias tienen en su mayoría la foto con la cara sonriente del dueño de la inmobiliaria, aunque igualmente que en las fotos del menú de McDonalds, la realidad suele ser bastante distinta a la fotografía. Así por lo menos fue con Charlie, un señor con pelada y sonrisa reluciente en la publicidad pero que evidentemente la foto databa de varios años atrás y se la habían sacado subido en un banquito, ya que el charlatán de Charlie no superaba el metro sesenta.

Finalmente encontré una unidad en un complejo, en la ciudad de Noosaville, a metros de Lake Weyba, a 5 minutos del océano y a unos 20 kms de la oficina en Cooroy. La ubicación inmejorable, las comodidades superando mis expectativas y por supuesto el precio un poquito mas alto de lo que me gustaría pagar, pero como las otras opciones no me convencían, apliqué y me aceptaron. Así que finalmente el lunes  17 cargué los bártulos al Gusmóvil y me mudé al nuevo hogar.
Lo primero que tuve que hacer fue pedir la conexión de la energía eléctrica. Por suerte lo hicimos todo telefónicamente (con la ayuda de Robyn), sin pagar nada por anticipado y sin presentar un solo papel, simplemente te creen todo lo que le decís. El único problema es que la conexión la harían recién al día siguiente y como yo ya había llevado las cosas, además de que me daba fiaca volverme hasta Amamoor a esta altura, decidí quedarme igual, tan complicado no iba a ser pasar una noche a oscuras. Después me di cuenta que no solamente iba a ser a oscuras, sino también sin cocina ni agua caliente, ya que todo es eléctrico. Así que me fui hasta un supermercado a comprar algunas cosas para cenar y desayunar al otro día, y sumé al changuito una linterna vincha tipo minero, que descubrí que es uno de los mejores inventos del siglo 20, ya que podés hacer todo sin ocupar una mano sosteniendo la linterna, cosa´e mandinga.
Al otro día me fui a trabajar, esperando que al volver ya tuviera energía en la casa. Cuando volví había un papelito en mi puerta con un mensaje de la compañía eléctrica diciendo que habían hecho la conexión y que yo sólo tenía que levantar el master switch que tendría pegada una etiqueta verde. Me acordé que debajo de la escalera de mi depto había un tablero pero no era ese lo que buscaba sino que tenía que ser uno exterior. Justo había un vecino afuera y le pregunté, no sabía a que me refería pero le puso una garra increíble para ayudarme. Enseguida apareció otro vecino, un señor de unos 60 años, con la cabeza tatuada que también me quería ayudar. Mientras uno fue a buscar al manager del complejo, el otro se ofreció a llamar por teléfono a la compañía eléctrica para saber cual era el problema. Lo primero que dice por teléfono es: estoy llamando de parte de otra persona, que es francés y lo estoy ayudando con esto. Francés! Lo más lindo es que Charlie, el de la inmobiliaria, mientras me mostraba otro departamento días atrás, me preguntó también si era francés, habrá muchos franceses colorados o no tienen idea de nada? Cuando volvió el que había ido a buscar al manager me dijo que ahora no estaba en la oficina, pero que vive en el complejo, así que espere que se hiciera más tarde y que lo vaya a buscar, que seguramente él tendría la forma de acceder al master switch. Y así fue nomás, cuando volvió lo fui a buscar y se hizo la luz. A todo esto, mientras esperaba metido en la pileta a que me dieran luz, el vecino tatuado apareció para ofrecerme una linterna, un genio.
Para que se entienda un poco mejor como es la ciudad adonde estoy viviendo, se podría decir que son como barrios todos juntos, de los cuales Noosaville es uno, Noosa Heads es otro y también está Tewantin, Sunrise Beach y Peregian Beach. Si buscan en Google Maps van a poder ver que están pegados unos a los otros y es difícil saber dónde comienza y termina cada uno. Noosa Heads es el más exclusivo y caro, las propiedades ahí son carísimas y son mansiones. Pero toda esta zona vendría a ser uno de los lugares chetos adonde vacacionan los australianos, una especie de Cariló nuestro. Hay una calle que se llama Hasting Street que es adonde están los comercios de ropa cara, joyerías y todo eso y también varios restaurantes y bares. Se pueden encontrar lugares para comer en otras zonas de la ciudad como Gympie Terrace, que está sobre la costanera de Noosa River. Esta costanera es muy linda, está todo parquizado, hay BBQs, bancos, sombra, senderos para caminar, correr o andar en bici y también estaciones con aparatos para hacer ejercicios. Todo con vista al rio, los yates, lanchas, kayaks de esos larguísimos que pasan a toda velocidad y demás. También hay canchas de tenis de césped sintético en este lugar.
La desembocadura de Noosa River en el océano, se da justamente muy cerca de este lugar, lo que hace que el paisaje sea bellísimo. Además, está situado prácticamente sobre el Noosa National Park. Todo esto junto, hace que la ciudad sea realmente hermosa porque tiene río, lagos, puentes que los cruzan, mar, colinas, vegetación y animales autóctonos, playas y edificación con excelente gusto.
Es bastante tranquilo, se puede ver mucha gente corriendo, andando en bicicleta o paseando los perros, así como también muchos surfers, ya que parece que las playas de acá son excelentes para practicar este deporte. Todavía no tuve la oportunidad de hacerlo, pero tengo ganas de intentarlo aunque sea, tiene pinta de ser muy divertido.
Todavía no saqué muchas fotos, las que ilustran este post son apenas una pequeña muestra de lo que es Noosa. Prometo armar una entrada específica con fotos del lugar porque realmente lo merece.
Nos vemos en el próximo posteo!


3 comentarios:

  1. Hasta que no vea canguros no te creo flaco que estás allá.
    Eso que no sabés dónde empieza un barrio y termina el otro me da a segundo cordón del conurbano flaco.

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  2. Quiero ver fotos: del dpto, de las ciudades, de tu linterna en la cabeza y surfeando las olas...y los canguros también!!

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  3. Totalmente de acuerdo con las dos apreciaciones sobre la linter-vincha: es uno de los mejores inventos, y cosa e' mandinga!
    Qué haaarmoso lugar, tu nuevo hogar!!!

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